Hay quienes sostienen que siempre es mejor reacondicionar una casa a construir una completamente nueva. Podríamos decir que esto es en parte acertado si tenemos en cuenta que la calidad de los materiales de construcción que se empleaban hace unos años nada tenían que ver en cuanto a durabilidad y resistencia con los que se emplean hoy en día. Al mismo tiempo, podemos concebir la idea de refaccionar una vivienda familiar solo en el caso de contar con un excelente arquitecto. El tiempo y la dedicación del profesional a cambiar la cara y los interiores de una casa antigua es fundamental para lograr resultados sorprendentes como los que se obtuvieron sobre esta antigua residencia unifamiliar.
Como pueden ver en cada una de las fotos y comparándolas con la segunda imagen de esta entrada, se ha logrado cambiar completamente el estado de esta vivienda. Se incorporaron grandes paneles de cristal y hasta se realizó un corte en la loza de la primera planta para generar una doble altura que se ha convertido en el sello distintivo de esta moderna vivienda.
Todos conocemos las virtudes de refaccionar una casa. Devolverle su prolijidad, renovar su pintura, cambiarle el color, son tareas que realizan a menudo aquellos que adquieren una vivienda de segunda mano. Sin embargo, incurrir en modificaciones que involucren crear nuevos ambientes, generar dobles alturas como las que se lograron en este proyecto, escapan un poco al común de la gente y es allí donde deben contratarse los servicios de un buen arquitecto.
¿Han experimentado alguna vez un cambio en su fachada como el que se observa en estas fotos? ¿Les gustaría reciclar una vivienda? Nos encantaría conocer sus opiniones, vivencias y comentarios.